Ya sea por interés personal o para perseguir nuestras aspiraciones profesionales, el lifelong learning (o educación permanente) es el camino para estar siempre a la última y no dejar que el progreso nos pille fuera de juego. En un mundo en el que cada día (y ahora más que nunca) se abren múltiples incertidumbres, no podemos olvidarnos de explorar y aprender nuevas habilidades que pueden ayudarnos en nuestro desarrollo tanto como personas y como trabajadores.
En definitiva, el lifelong learning no es más que una vuelta a la infancia entendida como el retorno a la curiosidad inherente de los niños. Es precisamente en esta época de nuestra vida en la que el mundo es para nosotros una incógnita. Esto nos lleva a saciar nuestras ansias de descubrimiento de forma permanente e incansable.
El lifelong learning es parte de nuestra vida cotidiana
Esto es así porque, aunque no nos demos cuenta, somos aprendices por naturaleza. Podemos aprender un nuevo lenguaje de programación a base de investigar por Internet, nos apuntamos a un curso online para profundizar en algún tema que nos apasiona, somos expertos en smartphones con su cambiante tecnología, nos convertimos en esquiadores a base de caídas por las pistas…
Sin darnos cuenta, todas estas actividades forman parte de nuestra educación permanente. Y cumplen con creces las características clave del lifelong learning: son aprendizajes voluntarios, normalmente de carácter informal, surgidos a raíz de una motivación personal y en la mayoría de los casos suelen ser autodidactas.
¿En qué puede ayudarme este tipo de aprendizaje?
A parte de lo lógico -adquirir una nueva destreza o conocimiento-, si incorporamos el lifelong learning de forma consciente en nuestro día a día descubriremos que obtendremos muchos beneficios a corto y largo plazo:
El lifelong learning en las organizaciones
En el ámbito empresarial, esta formación permanente puede reportar también grandes beneficios. Y de una forma bastante sencilla. Muchos trabajadores pueden ver satisfechas sus necesidades de formación y desarrollo personal mediante la implantación de cursos voluntarios de elearning o poniendo a su disposición una plataforma con un catálogo abierto.
Por esto, y porque se ha demostrado que el aprendizaje continuo es básico para el desarrollo del empleado o empleada, ya son muchas las organizaciones que lo fomentan. Un trabajador o trabajadora contentos y motivados muestran un mayor compromiso para con la empresa (algo muy importante también a la hora de retener el talento in house). Esto también redunda en su productividad y creatividad a la hora de enfrentarse a los retos del día a día
Unos trabajadores mejor formados son sinónimo de mayor competitividad para nuestra organización.
Y tú, ¿quieres ayudar a tus trabajadores a desarrollarse? Puedes hacerlo fomentando su lifelong learning mediante nuestra solución de elearning ‘Digital Talent Portal’.