Es innegable que el 2020 ha traído consigo numerosos cambios y por lo tanto nuevas tendencias a las cuales nos tenemos que ir poco a poco adaptando. Una de esas nuevas tendencias está enfocada a la transformación digital, no ya como algo opcional sino como algo necesario.
A la hora de adentrarnos en este nuevo entorno virtual nos encontramos con millones de posibilidades, pero cuidado, porque no todo vale. Existen numerosas metodologías y estructuras en función de los contenidos que queramos enseñar y es precisamente aquí donde entra en juego el diseño instruccional. ¿Cuál es su papel? Crear, a través de actividades o recursos pedagógicos, ambientes que realmente faciliten los procesos de adquisición del conocimiento de una manera más eficiente, eficaz, dinámica y atractiva.
El diseño instruccional está cogiendo cada vez más fuerza. Ya no basta con mostrar los contenidos, sino que buscamos crear exitosamente experiencias de aprendizaje y de usuario que calen y se graben en la memoria. De la misma manera que un arquitecto diseña una casa, un diseñador instruccional en e-learning tendrá que diseñar el entorno de aprendizaje de un alumno, decidiendo a su vez cual es la herramienta más adecuada para desarrollar esos materiales de aprendizaje digital.
¿Qué es el diseño instruccional y por qué es importante aplicarlo en nuestros cursos e -learning?
Si lo que realmente buscamos es crear experiencias de aprendizaje SIGNIFICATIVAS y no quedarnos en el mero desarrollo de un curso que se convierta en tan solo una experiencia, debemos seleccionar aquellos recursos o elementos que puedan ayudarnos a cumplir con nuestro objetivo de aprendizaje:
Muchos conceptos como el social learning, big data, realidad aumentada, realidad virtual, gamificación, están cambiando la forma en que aprendemos y por consiguiente, la forma en que enseñamos. Estos nuevos recursos se hacen cada vez más habituales y saber cómo implementarlos correctamente para conseguir cumplir los objetivos de aprendizaje creando experiencias de usuario significativas es el principal reto del diseño instruccional.